Castillo de Termes

El valioso corazón de Corbières

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La pequeña ruta que baja a la llanura de Mouthoumet parece adentrarse en un espacio infinito de montes escarpados. El castillo de Termes surge en la cima de una roca rodeada de gigantescos barrancos. Fue el escenario de uno de los asedios más famosos de la cruzada albigense...

Historia[s]

En el siglo X, a 460 metros de altitud situado en vertiginosas gargantas del Termenet, se elevaba una torre cuadrada, la del primer castillo de Termes. En el siglo XII, un pueblo ocupó la pendiente meridional de su pech: Termes se convirtió en un castrum. Los señores de Termes, ricos e influyentes, son los poderosos vasallos del vizconde de Carcassonne-Béziers, Trencavel. Para Simon de Montfort, el jefe de las cruzadas, Termes es un objetivo prioritario. Se asedia a partir de 1210. La toma de este lugar estratégico, con una reputación inexpugnable, marca el espíritu e inspira a numerosos cronistas. Tras haber tomado posesión del castillo familiar, Olivier de Termes debe cedérselo al rey de Francia en 1228. En la segunda mitad del siglo XII, el castillo se refortifica y el pueblo se desplaza a la parte baja. En 1653, el ruido de una explosión hizo tambalear la montaña. El Rey Sol, que venció al levantamiento, hizo derribar el castillo de Termes ya que era un buen refugio para los posibles rebeldes...

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Para descubrir

Paseando

En los alrededores

Jean le Picard, artesano techador, realizó el tejado de la iglesia del castillo en 1280-1300, y dejó su firma en el mortero: su sello-matriz. A este maestro artesano procedente del norte al servicio del rey, se le identificó, poco después, en el palacio de los Papas de Avignon. El sello se puede ver en la entrada del castillo, junto con otros objetos del lugar, ¡incluso una bomba de 1653 que nunca explotó! Después, llegó otro hombre que también dejó su huella. Edouard Guittard (1890-1940) fue el peluquero del pueblo… y el peón caminero. ¿Se hacía de forma manual? Podaba los bojes con formas creativas. Su hijo tomó el relevo hasta 1965 y hoy en día, el departamento mantiene esta insólita tradición. Los bojes podados se puede admirar a lo largo de la D40.

Recuerdos de la gente corriente